Militantes de distintos colores se ubican en Maipú, entre Ugarte y R. Gutierrez, para entregar boletas y folletería. Los de Lavagna, los de López Murphy, los de Blumberg y otros todavía más abajo en las encuestas, tratan de entusiasmar a los transeúntes; recurren a tícnicas variadas, las dos jóvenes del cuasi ingeniero que cree que todos los problemas pasan por el “choreo” de los negritos, disfrazaron a sus perros como carteles sándwich, otros, candidatos a concejales en persona, hacen lo imposible por lograr de a un voto aunque sea.
En una elección complicada por la profusión de boletas, que derivará en un resultado que no es el que presumen las encuestas, la última semana será definitiva si es que se la utiliza para preparar los sobrecitos con las boletas cortadas y listas.
Un vecino de Vicente López, elegido al azar, dice que votará a Pino Solanas para presidente, a Vilma Ripio para diputada nacional, a Margarita Stolbizer para gobernadora, a Ramiro Tagliaferro del Pro para diputados provinciales, y en blanco para intendente, porque los conoce a todos.
Si todos pensaran así, el recuento sería un lío, lo que favorecerá en la global a los partidos con más fiscales y más recursos.
Si a esto le sumamos que muchos designados como autoridades de mesa, justo ese día tienen “algo urgente que hacer”, y se deberán hacer cargo personas no preparadas, todo presagia confusión y caos para todos, menos para los peces acostumbrados a moverse en aguas turbulentas.

Fuente: infoban.com.ar