Toma Villa Garrote

Las familias que quedaban en la toma de Villa Garrote aceptaron abandonar de forma pacífica el predio de viviendas sociales sin terminar y comenzó a normalizarse la tensa situación que se había generado.

La labor de distintos organismos de los tres estamentos del Estado, nacional, provincial y del municipio de Tigre posibilitó acordar en tres instancias el abandono pacífico del barrio Almirante Brown -más conocido como Villa Garrote- luego de ocho días de toma del predio.

Fueron 127 las familias que inicialmente habían ocupado espacios, tanto en los departamentos inconclusos de un plan de urbanización del barrio que quedó trunco hace años, como en terrenos fiscales y privados aledaños.

En una mesa de articulación conformada por la Secretaría de Hábitat de la Nación, los Ministerio de Desarrollo Social y de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires y la Secretaría de Desarrollo Social de Tigre, entre otros organismos estatales y sociales, los ocupantes fueron aceptando firmar las actas de acuerdo: el jueves 12 se acordó con las primeras 70 familias, el viernes siguiente 35, y las restantes 22 en las últimas horas.

Entre el trabajo realizado, se asistió a las familias con alimentos y productos de primera necesidad y en algunos casos, con materiales de construcción.

También comenzó la visita a las familias que regresaron a su lugar de origen en primeras instancias, informaron desde Desarrollo de la Comunidad, que es uno de los compromisos asumidos por el Estado además de "facilitar una solución habitacional" entre otras asistencias.

"Siempre hay que apostar a la política del diálogo y el Estado presente"

"Está el compromiso para seguir trabajando con las familias, tanto con las que estaban en la toma como las que no estaban para poder ir resolviendo las necesidades más urgentes.
Por otro lado se está construyendo una mesa de trabajo articulada también entre distintas áreas de gobierno para resolver las obras pendientes" expresó a InfoBAN el secretario de Economía Popular de la cartera social bonaerense Federico Ugo.

El dirigente tigrense remarcó que "siempre hay que apostar a la política del diálogo y el Estado presente, sabiendo que a veces las cosas no se pueden resolver de un día para el otro. Pero cuando se construye el vínculo con la comunidad se encuentran los caminos para evitar alternativas como la judicial".

El funcionario también señaló que "la idea es que desde el Consejo local de Hábitat podamos trabajar en una agenda de mediano y largo plazo para encontrar soluciones definitivas además de lo coyuntural".

Muchas de las familias que habían ocupado ilegalmente el predio son habitantes del barrio de emergencia a quienes en reiteradas ocasiones se les prometió que las viviendas dignas se iban a terminar en el marco de la urbanización del barrio, lo que nunca ocurrió.