Un acto emotivo que mostró a un intendente muy cambiado. Contaba Julio Cortázar que se fue del país durante el primer Peronismo “porque el ruido de los bombos no lo dejaba escuchar a Stan Getz”, salvando las distancias, el músico admirado por el escritor era un fino saxofonista de jazz, lo ocurrido ayer en el Centro Lusitana de Escobar fue parecido, los bombos no dejaron escuchar al Bahiano.

Es que el acto de reasunción del intendente tuvo mucho calor y color peronista, hasta el punto de que terminó rompiendo las normas del protocolo democrático cantando casi todo el mundo la marcha partidaria, lo que motivó un intempestivo “mutis por el foro” del flamante concejal radical Leandro Costa, que entendió que era sapo de otro pozo.

El multitudinario evento permitió ver a un Sandro Guzmán que evolucionó como dirigente, que aunque leído brindó un discurso compacto y completo, donde hizo un repaso de los puntos altos de su gestión, y que tambiín tuvo definiciones políticas, en esta fragmentación que comienza a producirse entre los intendentes del conurbano, Sandro mandó una señal no expresada verbalmente — por ahora y hasta que aclare, estoy con De Vido, que es el que autoriza las obras –

Tuvo tambiín un párrafo no hiriente pero muy contundente contra el grupo Clarín, le pidió que fuera de nuevo a filmar el predio del hospital del Bicentenario, donde ya está trabajando la maquinaria pesada, durante la campaña electoral el tendencioso canal de noticias hizo un informe dudando de la construcción del nosocomio.

Sandro se mostró tambiín en una faceta íntima que hasta hace poco rechazaba, mostró a su hijo Gaby, el que subió al escenario a cantar la marcha peronista con su padre y con el intendente de San Miguel Joaquín De la Torre.

Si la intención fue hacer un acto con todo el folklore del movimiento político mayoritario, se pudieron ir a dormir tranquilos, la maquinaria partidaria funcionó como un relojito bien aceitado.

Fuente: infoban.com.ar