En una ceremonia privada, el Papa Francisco dio su bendición a dos esculturas del artista argentino vecino de Pilar Alejandro Marmo, el Cristo Obrero y la Virgen de Luján. Ambas serán emplazadas en los jardines de los Museos Vaticanos.

Despuís del Ángelus, el Santo Padre y el escultor compartieron un almuerzo. Luego tuvo lugar la bendición, donde el Sumo Pontífice manifestò: “estas imágenes son el signo de la creatividad de la que somos capaces aun con una materia prima de descarte, abandonada. Son un símbolo de la genialidad que Dios quiso poner en la mente de un artista”.
Y agregó: “este es un mensaje al mundo de que hasta que no venga el Hijo del Hombre nada está perdido, nada es de descarte, todo tiene un significado dentro de la magnifica obra de Dios”.

Por su parte, Marmo declaró: “El Santo Padre tiene la cercanía de un obispo. Con íl construyo diálogo para fomentar la cultura del encuentro. Allí está el arte”, para agregar que: “lo que queda emplazado en el Vaticano es el testimonio de ese proceso de trabajo, el otro polo de la cultural del descarte”.

El escultor, autor de los murales de Evita en la 9 de Julio en Buenos Aires, realizó sus obras con material de descarte, elevándolo y transformándolo en belleza. Colaboraron en el proceso de construcción jóvenes argentinos que participan de programas de recuperación de adicciones de la Ciudad de Buenos Aires. Ambos trabajos serán emplazados en los jardines de los Museos Vaticanos.

Con el apoyo del Papa Francisco, el artista ha abierto un diálogo entre el arte popular -que surge de la marginalidad- y los espacios más sofisticados, acompa ñando así el camino de la evangelización.

Fuente: infoban.com.ar