El dirigente social Juan Grabois consideró que un sector de la Justicia "es el patriarcado propiamente dicho" y adjudicó a la "mediocridad" de la representación política que se haya perpetuado en el país un Poder Judicial "retrógrado y corrupto".

"No puedo opinar sobre la reforma judicial del Gobierno porque no la estudié, pero sí puedo decir que lo que no puede pasar es que el fuero penal federal esté conformado por 7 u 8 tipos que son oficialistas de los gobiernos de turno", reflexionó en una entrevista con Télam.

Para Grabois, "Argentina necesita diluir el poder de esa mafia", caracterizada por jueces que "no son ni macristas, ni kirchneristas, ni peronistas, pero que fallan de acuerdo a la presión política y de los medios" de comunicación.

"Es el reducto más retrógrado del machismo en la Argentina; los cargos jerárquicos en la justicia son todos de hombres, de la misma clase social; es el patriarcado propiamente dicho en un lugar de decisión sobre cosas muy sensibles; es el poder más retrógrado y corrupto", remarcó.

También, Grabois consideró "una verguenza" los montos de las jubilaciones de los magistrados, al igual que el hecho de que una mayoría de ellos "no haya trabajado durante la pandemia" de coronavirus.

"Es vergonzoso e indignante para cualquier trabajador de la Argentina, no importa si es un juez garantista o punitivista, incluso (Eugenio) Zaffaroni que gana casi un palo por mes", graficó.

"Son los privilegios de una casta que no importa demasiado cuál es su ropaje ideológico, sino que muestra la existencia de un régimen que atenta contra la democracia", argumentó Grabois, con conocimiento de causa, según dijo, por tener título de abogado, recibido en la Universidad de Buenos Aires.

El dirigente juzgó que la responsabilidad por esta situación recae sobre una "clase dirigente que desde 1976 hasta la actualidad está degradada, salvo honrosas excepciones", entre las que mencionó a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

"Pienso que no hay coraje en la acción política y Cristina es una excepción porque suple la mediocridad de la política en general con mucho coraje personal", destacó.

"¿Eso significa que Cristina ganó todas las batallas? No, desde luego que no, pero elevó el nivel de la discusión muchísimo con su coraje personal, con su liderazgo personal", agregó.

Como contracara, Grabois juzgó que "el personal político en la Argentina es muy mediocre, desde todo punto de vista, ético, intelectual y de capacidad de gestión".

"Ese es un desafío que tiene nuestro país; para poder enfrentar a una mafia judicial se necesita una estructura política muy sólida o liderazgos avasallantes", evaluó.