Nadie puede dudar hoy en la Argentina y en el mundo que este axioma tiene un realismo absoluto, lo mire por donde lo mire.
Argentina viene llevando desde hace aproximadamente 4 años una excelente política de generación de acciones tendientes a mejorar la seguridad vial, que pone a nuestro país a la vanguardia de la seguridad vial en Amírica Latina, pero hoy al inicio de este año 2012 las muertes fatales siguen siendo tapa de todos los diarios, la inconsciencia colectiva va in crescendo y ya casi nadie en este país puede decir, “no conozco a nadie que haya tenido un incidente de tránsito”.

La pregunta indefectible es: ¿en que estamos fallando?, creamos la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el Observatorio, el Consejo Consultivo, casi todas las Provincias adhieren a la nueva ley nacional 26.363, posiblemente una de las más modernas en tírminos conceptuales que existen actualmente, se han establecido gran variedad de controles en cantidad y calidad, pero las perdidas fatales no disminuyen.
Por lo tanto es indefectible analizar más profundamente que está sucediendo, que hacemos bien y que hacemos mal, para poder de una vez por todas disminuir las tragedias en tránsito y por ende ahorrarle al país varios miles de millones de dólares que produce los siniestros viales y que según la Organización Mundial de la Salud, representa aproximadamente 1,5 puntos de nuestro PBI !!!!

La tendencia mundial en materia de controles, es la saturación de las zonas conflictivas, estudios realizados en San Pablo, Rio de Janeiro, Madrid, Barcelona y París (para tomar países con nuestra misma idiosincrasia de manejo) muestran la instalación de controles de velocidad y violación de semáforo en rojo en varios puntos de una misma vía con distancias en muchos casos no mayores de 3 / 4 km, en todos los túneles y puentes, ingresos a rotondas, etc., que han demostrado ser zonas de alta siniestralidad vial.
Analizando la realidad Argentina, tanto la Ciudad de Buenos Aires como la Provincia de Buenos Aires (de Capital hacia la zona balnearia principalmente / Rutas Provinciales) son un claro ejemplo de políticas efectivas de control con saturación de equipamiento y por ende una drástica y demostrable disminución de siniestralidad vial.

Que es entonces lo que pasa en el resto del país, la respuesta es muy simple, la burocracia y la falta de decisión política producen todos los días muertes irrecuperables que podría ser evitadas.

Si tomamos las rutas nacionales que salen de la Ciudad de Buenos Aires, 3,5, 7, 8, 9, etc. ninguna de ellas cuenta con controles de velocidad como las provinciales, debido posiblemente a una incomprensible e inadmisible lucha política entre Vialidad Nacional que aduce la “propiedad exclusiva” de dichas vías y la Agencia Nacional de Seguridad Vial, la Dirección Provincial de Seguridad Vial y otros organismos municipales de constatación que no pueden “subirse” a las rutas a constatar infracciones, ni siquiera Gendarmería Nacional que cuenta con el poder de policía otorgado por la ley 26.363 realiza controles de velocidad sobre las rutas nacionales ¡!!!!

En honor a la verdad, los muy pocos controles que se pudieran llegar a realizar son absolutamente inocuos, debido a que no existen organismos de juzgamiento debidamente autorizados para realizar su tarea sobre infracciones labradas en las rutas nacionales y como si ello fuera poco, la misma Vialidad Nacional instruye a los conductores en cómo hacer los correspondientes descargos para decretar la nulidad de las infracciones realizadas sobre las rutas nacionales sobre las cuales se arroga su propiedad. Ver para más información el link:
http://www.vialidad.gov.ar/multas/multasfotograficas.php

No cabe duda que Argentina ha madurado y avanzado sensiblemente en materia de Seguridad Vial, pero tambiín es cierto que viejas creencias y mitos atentan hoy directamente sobre la misma y siguen generando víctimas inocentes mientras se definen “jurisdicciones”.

Es hora de tomar decisiones rápidas y efectivas, nadie puede negar las tragedias que diariamente ocurren en Panamericana en sus tres ramales, por excesos de velocidad, aún siendo la autopista más amplia y vigilada del país, lo mismo ocurre en las Rutas 8 y 9 ó la 5, la 7, la 34, podríamos nombrarlas a todas y no erraríamos en decir que el exceso de velocidad es la mayor causa de siniestros en dichas vías.

La tecnología en materia de control de velocidades ha avanzado y madurado adecuadamente como para poder poner en funcionamiento en muy poco tiempo y en forma muy eficiente controles de velocidad fijos y móviles a lo largo y a lo ancho del país, debiendo el Estado Nacional realizar la apoyatura legal correspondiente para que las infracciones constatadas puedan ser remitidas a Juzgados Provinciales o Municipales de Faltas, debidamente equipados y preparados para esta tarea, para no violar el derecho constitucional de todos los ciudadanos de exponer su legítima defensa.

Solo falta que cada responsable político tomo las decisiones adecuadas, recordando siempre que en Seguridad Vial “los controles salvan vidas"

*Red Nacional Familiares de victimas de Transito
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Fuente: infoban.com.ar