El comedor Árbol, ubicado en el barrio Don Bosco de Benavídez, nació como una necesidad luego de la formación del grupo de baile folclórico “Sentir Joven”, que participó días atrás en un festival.Javier Quiróz, uno de los encargados de llevar adelante tanto el comedor como al grupo de baile, contó que atienden a ciento treinta chicos, con almuerzo y merienda, “y aparte tenemos la escuela de danzas, con la cual estuvimos en Tandil, en un festival organizado por una agrupación local, fue un viaje hermoso con los chicos, para muchos era la primera vez que viajaban, que salían, en los barrios en los que trabajamos hay muchos chicos que no tienen esa posibilidad”.
En total viajaron 52 personas a este encuentro de danzas al cual acudieron grupos de toda la provincia “y el último día para nosotros fue una verdadera sorpresa, fuimos a bailar a la casa del Ministro de Trabajo, el señor (Roberto) Mouillerón, ahí en Tandil, esa participación terminó de cerrar un fin de semana increíble, los chicos estaban muy sorprendidos, hicimos algo que no necesitan decirnos mucho para que hagamos, que es bailar”.
La escuela de danzas “Sentir Joven” cumple estos días tres años de existencia y participan 45 chicos “el comedor tiene ya dos años, estamos divididos en dos terrenos, el comedor está en la esquina y nosotros al lado, trabajamos todos juntos”. La encargada del comedor “El Árbol” es Rosita, suegra de Javier y es quien cedió su casa para poder llevar adelante este trabajo.
Además de la escuela de danzas, en el lugar funciona un centro cultural donde se realizan diferentes actividades como talleres de murga, guitarra “tratamos de acercar a los chicos de la zona distintas actividades culturales” relató Javier, “nuestro logro sería poder suplantar el comedor por otras actividades, pero estamos en lucha para concretarlo”, al tiempo que enumeró “necesidades hay un montón, en el tema de la comida nos apadrina el FOZ, el Frente de Organizaciones Sociales, junto con el FOPAR. Donde necesitamos ayuda es con la escuela de danzas, estuvimos viajando y compitiendo y trajimos cinco premios pero no tenemos un equipo de música propio para trabajar, tambiín nos hacen falta ropas y telas, botas, sombreros, que es un costo muy elevado que a veces no podemos cubrir”.
Sobre el íxito de su grupo de danzas  dijo “Este premio es un empuje para mí, para saber que estoy trabajando bien”.
Javier piensa que lo que lograron en la competencia se debe al duro trabajo que realizaron,  incluso ante desigualdades económicas, “A pesar de las diferencias de estructuras y económicos nos llevamos 5 premios, los chicos se dieron cuenta que trabajando y teniendo humildad hay muchas cosas que se pueden lograr, cuesta un poquito más, pero se puede”, aunque tambiín contaron con algunas colaboraciones para poder lograrlo, “Gracias a Dios pudimos recibir algunas ayudas como las de Eduardo (Fernández, Director provincial de Empleo) y el Diputado Carlos Muñoz, gente que nos dió una mano y a la que les voy a estar eternamente agradecido”
Javier realiza esta tarea ad-honorem y lo expresa muy orgulloso, “Mi pago es verlos ahí en el escenario, disfrutando, es un sentimiento que no tiene precio, es inexplicable”.

Fuente: infoban.com.ar