Además de la victoria que obtuvo en La Plata, territorio político de la primera candidata del Frente de Todos Victoria Tolosa Paz, o en Quilmes, bastión de la populosa tercera electoral que había recuperado el peronismo en 2019, en la primera sección Juntos cosechó triunfos en territorios donde es oposición.
En municipios donde le suele ir bien como Tres de Febrero, Vicente López, San Isidro y San Miguel, Juntos apuntaló con importantes márgenes el resultado final a nivel provincial de 37,79% a 33,18%.
Distritos del oeste que son gobernados por el peronismo sucumbieron a la tendencia como Morón, e Ituzaingó en menor medida, y en Hurlingham el Frente de Todos terminó apenas unos puntos por encima.
La alianza opositora logró victorias en territorios como San Martín, distrito del actual ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, donde sumó el 37,4% de los votos, tres puntos por encima de lo cosechado por el Frente de Todos.
El peronismo cayó además en Tigre, territorio de pertenencia del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que ubicó candidatos propios tras un trabajado acuerdo de unidad con el intendente Julio Zamora, que reservó la cabeza de lista para su esposa. En ese municipio del norte del conurbano, Juntos cosechó el 38% de los votos, seis puntos más que el Frente de Todos.
Distinto fue el caso de San Fernando, donde el amplio triunfo de la lista de concejales del Frente de Todos, trastocó en un ajustado margen de apenas dos puntos a favor de Juntos para los candidatos al Congreso y a la Legislatura provincial.
Otra historia es la de bastiones que conservan su estatus de casi inexpugnables como José C. Paz (44%), Merlo (39%), y Malvinas Argentinas (43%). También el Frente de Todos consolidó triunfos en Escobar y Pilar.
El golpe electoral que recibió el Gobierno en las primarias de todo el país se sintió en los ánimos de la Casa Rosada, donde el presidente Alberto Fernández retomó la actividad con un acto oficial en el que no hizo referencia a las urnas.
De esta forma, el "albertismo" buscó repartir la responsabilidad en la derrota, aprovechando que ninguno de los referentes del Frente de Todos salió fortalecido del resultado electoral.
