Habilitaron una línea para prevenir el consumo problemático

El Ministerio de Salud bonaerense habilitó una línea telefónica para llamar o chatear y realizar consultas sobre consumos de drogas y alcohol. Quienes se comuniquen al 221-5421478 serán atendidos por especialistas de la Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el ámbito de la Salud Pública.

La iniciativa forma parte de la fórmula del ABCD lanzada por la Provincia para disfrutar esta temporada sin arriesgar la salud de los turistas. Este dispositivo de acompañamiento se enmarca dentro de las estrategias diseñadas desde una perspectiva de reducción de riesgo y daño en relación a los consumos para evitar excesos e intoxicaciones; por un lado, y la posibilidad de contagio de COVID-19 por el otro.

“En este verano atípico marcado por los cuidados de la pandemia integramos el plan de salud para esta temporada con los cuidados a tener en torno a los consumos, tendiendo a reforzar las medidas preventivas ante el Covid-19 referidos a no compartir botellas ni cigarrillos; como una fuente problemática de contagio”, explicó la subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el ámbito de la Salud Pública, Julieta Calmels.

En ese marco, se creó un número de teléfono celular para que los jóvenes pueden chatear con un equipo de especialistas de esa área y plantear dudas e inquietudes en relación a cualquier tema que tenga que ver con sus consumos y, al mismo tiempo, también tengan la accesibilidad a los espacios de atención, ya sean de urgencia o de tratamientos.

Calmels destacó que “el dispositivo telefónico de chateo o llamada, pero habilitando el chat como un modo más accesible para los jóvenes; tiene el sentido no solamente de atender una urgencia o una situación de crisis en términos de salud; sino también de un acompañamiento activo del Estado a los jóvenes para comprender que implican los consumos y cómo, en todo caso, construir consumos que no los pongan en riesgo”.

Desde la Subsecretaría se trabaja desde la perspectiva de reducción de riesgos y daños, no la de prohibir porque hace mal sino la de regular mediante aconsejar y sugerir responsabilidad en los modos de consumos para que sean menos perjudiciales.

En este sentido, se apunta a interpelar tanto a los jóvenes como a los adultos, para el consumo moderado y responsable; dentro de las estrategias de autocuidado, al mismo tiempo que se apunta a generar cuidados colectivos entre los amigos y amigas, entre pares y miembros de la comunidad.