La profesora de Letras Ana Guillot y el profesor de Música Claudio Mamud analizaron los más conocidos.

Un nutrido grupo de personas se dio cita el sábado pasado en la Biblioteca Popular de San Isidro para asistir a una nueva propuesta cultural del Ciclo Cruzando Veredas, un proyecto que a travís de los libros intenta crear un puente entre dos instituciones vecinas y cercanas, la Biblioteca y el Concejo Deliberante de San Isidro.

El encuentro no podía darse en lugar mejor: los asistentes, rodeados de libros, acudían al encuentro para conocer con más profundidad aquellos cuentos populares que tantas veces leyeron y que sirvieron a su vez para ser fuente de inspiración en numerosas composiciones musicales.

Los encargados de este paseo literario fueron la profesora de Letras Ana Guillot y el profesor de Música Claudio Mamud. Ambos se conocieron hace tiempo por casualidad, rápidamente descubrieron que compartían la misma pasión por aquellos cuentos que durante siglos han acompañado a la humanidad y por el goce de querer indagar en ellos en nuevas lecturas con otras personas.

Para Guillot la motivación principal de realizar veladas como esta es el “poder despertar en la gente que nos va siguiendo, lo que tiene más de entrañable, porque además el camino del otro no es el mío. Yo puedo transmitir el mío y a partir de lo que yo transmito el otro elige”.

Ante la concurrencia, Guillot mostró fragmentos de sus cuentos preferidos y lindas ilustraciones de artistas especializados en la materia como Gustave Dorí. Así, a travís de La Bella y la Bestia, Barba Azul o Hansel y Gretel develó las capas de significados que se ocultan detrás de objetos o personajes. Una puerta, un camino, el bosque, las llaves, son cosas que albergan resonancias, personales e universales.

Para ella un cuento tiene muchas similitudes con el vivir: “Es la vida misma fluyendo en una narración que puede ser de ficción, pero tambiín podría ser real o que por lo menos contempla los rostros de lo real”.

Mamud, por su parte, introdujo y comentó algunas piezas musicales que se inspiraron en esos cuentos, modificados numerosas veces a lo largo de los siglos y que sobreviven porque según íl “hablan de la esencia del ser humano, más allá de religiones y de la ípoca”.

Al finalizar la tarde no fueron pocos los que se quedaron con ganas de seguir curioseando, por los recovecos de las palabras y los detalles sonoros que tanto siguen diciendo aún.

Fuente: infoban.com.ar