Es la medida más esperada por el fiscal Molina Pico. El viudo ya no puede evadir la decisión de la justicia. El 30 de este mes en La Plata se le extraerá ADN para compararlo con las muestrasTres años tuvo que esperar el fiscal que entiende en la causa, Diego Molina Pico, para que Carlos Alberto Carrascosa se sometiera a una de las pericias solicitadas. El caso que convulsionó a los pilarenses durante el 2003 ya tiene fecha para el comienzo de su final: el 30 mayo, a las 9, en La Plata Carrascosa se someterá a la extracción de una muestra de sangre con el fin de compararla con las halladas en la escena del crimen que cobró la vida de María Marta Belsunce.
Al viudo se le analizará el perfil genítico de su ADN, pericia que fue solicitada por Molina Pico en la víspera de la Semana Santa del 2003. Tras las primeras investigaciones indagatorias sobre el asesinato de su esposa el pasado 27 de octubre de 2002.
Será íse el más trascendental, ya que a finales del 2003 la defensa de la familia recusó al fiscal. Medida a la que dio lugar el ex juez de la causa Diego Barruetabegña, disparó una serie de acusaciones a las que dieron por resultado final la recomposición del fiscal en la causa.
El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 6 de San Isidro, tendrá a su cargo el juicio oral y público que, en la más favorable de las estimaciones, podría comenzar este mismo año, en diciembre.
Según fuentes bien informadas indicaron a INFOBAN que, ante el tribunal, Carrascosa no puso ninguna objeción a la realización de la extracción de sangre para el análisis de ADN, lo que en cierto modo sorprendió al fiscal Diego Molina Pico, que instruyó la causa y que durante toda la investigación había realizado infructuosos pedidos para que el esposo de María Marta y sus amigos del country y familiares imputados en el caso se prestaran a cotejar geníticamente su sangre con los restos hallados en la casa de la víctima tras el homicidio.
El examen de ADN fue, de hecho, el punto de más áspera discusión entre los defensores de Carrascosa y el resto de los imputados y Molina Pico. El fiscal acusaba a los otros de impedir la realización del estudio genítico que podía arrojar luz definitiva sobre el caso con artimañas procesales. Los acusados, por el contrario, exigían garantías para permitir que les extrajeran sangre, por el temor de que se produjera una eventual manipulación del análisis genítico para cargarles encima una prueba difícil de revertir.

Fuente: infoban.com.ar