Los ganaderos insisten en enviar un mensaje a la población: la oligarquía dilapidadora es cosa del pasado, hoy son hombres de trabajo a los que les cuesta llegar a fin de mes.Aquellos a quienes Sarmiento les dijo que eran "la bosta que gobernaba a la Argentina", en momentos en que todavía hay gente que come de la basura, hacen un paro porque nose conforman con el gas oil subsidiado, el tipo de cambio alto, la licuación de deudas, la expansión desenfrenada de la frontera agropecuaria y la inexistencia de límites a la concentración y extranjerización de la tierra.
Aducen que en los paises adelantados los productores reciben subsidios, pero omiten decir cuanto pagan de impuesto a las ganancias allá y cuanto acá, sin entrar en el detalle que en esos paises, si uno "se olvida" de pagar, va preso.
La táctica oligárquica es la de difuminarse entre el conjunto de los productores ganaderos, aunque el 60% de estos (exactamente 116332) tienen menos de 100 vacas, y solo el 5% (9695 ex oligarcas) poseen 22.814.000 cabezas (con cuerpo, patas, cola y todo lo demás) según datos del Indec del censo 2002.
Más allá, 3818 individuos físicos o jurídicos tienen 15 millones de vaquitas.
Entre  diciembre del 2001 y diciembre de 2005 el índice general de precios al consumidor creció promedio 74,1%, alimentos y bebidas un 102,9, pero la carne vacuna, nuestra querida "nerca" de todos los días, subió el 164,5%.
Mientras en 2002 se faenaron 11,5 millones, en el 2005 se llegó a 14,2 millones, aunque el nivel de consumo per cápita bajó a menos de 60 kilos anuales,  guarismos que no se daban desde la dícada del 20.
De los más de 4.000 frigoríficos existentes, no más de 100 controlan la exportación vinculada con la cuota Hilton, que fija el precio de la carne en los puertos de Europa.
Ese sector que dice no existir, pero que controla gobernadores, diputados, periodistas, exporta solo el 20% de lo que produce, pero pretende vender en el mercado interno a precios internacionales, cuando esos mercados los perdió por imprevisión y por apoyar a políticas equivocadas como la de Menem, a quien nunca le hicieron un paro. Hace 25 años en Brasil había 50 millones de vacas y en la Argentina 60 millones, hoy en Brasil hay 150 millones de vacas y acá 50 millones; lo mismo puede decirse de E.E.U.U y Uruguay.
Compensaron la falta de inversión con una mayor participación en la cadena de comercialización y con una mayor concentración vía la expulsión de sus tierras de pequeños productores, encima sus tierras se valorizaron un 51,5% en dólares constantes desde el 2001 y participan del boom sojero.
Dicen que no existen, pero por el olor se los identifica, como en la ípoca de Sarmiento.

Fuente: infoban.com.ar