El autor plantea su preocupación por el destino del predio que perteneciera a la familia Villate y que fuera cedido para uso exclusivo como parte de la residencia presidencial o parque público, y que la empresa desarrolladora Zentrum proyecta para un megaemprendimiento hotelero y gastronómico de uso corporativo.

Esta semana las puertas del Círculo Militar de Olivos, en Avenida del Libertador al 2100, se abrirán al público para disfrutar de una nueva edición de la tradicional Casa FOA, la muestra de diseño, decoración de interiores y paisajismo que, desde hace más de 30 años, pone en valor edificios emblemáticos con el objetivo de recaudar fondos para la Fundación Oftalmológica Argentina “Jorge Malbrán” (FOA). Es la primera vez que nuestra ciudad recibe esta muestra, lo cual constituye un hito cultural positivo para los que la habitamos.

Ahora bien, junto con CASA FOA, se ha anunciado que a su finalización se levantará en el predio un megaemprendimiento hotelero, gastronómico y de usos corporativos que, a priori, debería alertar a las autoridades municipales y a los vecinos de nuestra ciudad. Veamos algunos aspectos que no pueden soslayarse y que habrá que tener en cuenta.

El Círculo Militar de Olivos ocupa un predio que linda con la Av. Del Libertador, las calles Villate, Malaver, el Centro Naval Olivos y el río de la Plata. Esta fracción forma parte de la donación que Carlos Villate le hiciera a la República Argentina en el año 1918, con la obligación para el Estado de destinarla a residencia veraniega del Presidente o parque de uso público. De no ser así, debe volver a la familia del donante. Dos gobiernos militares, uno en 1931 y otro en 1981, cedieron el predio en cuestión al Círculo Militar. ¿Puede el Círculo Militar de Olivos hacer lo que quiera con su sede? La respuesta, claramente es negativa, por varias razones:

1. En primer lugar, debe cumplirse con el Código de Ordenamiento Urbano, la ordenanza municipal que regula el uso del suelo en toda nuestra ciudad. Esto rige para todos, aún para los predios “de utilidad nacional” (tal como establece la Constitución Nacional en su artículo 75, inciso 30). El Círculo Militar tiene uso recreativo y de esparcimiento, lo cual impide avanzar con las obras que se anunciaron.

2. Por su parte, la Ley 22.519, del 11 de diciembre de 1981, determina la donación, por parte del Estado Nacional, del predio que hoy ocupa el Círculo Militar “con la condición que lo destine a sus fines societarios específicos. En caso contrario los bienes donados se reintegrarán al patrimonio del Estado Nacional Argentino” (artículo 2). La claridad de la redacción de la ley despeja cualquier duda: es obvio que el Estado sólo puede permitir un uso recreativo (que debe ser público pero, en fin, en manos de un club tambiín puede ser tolerado), porque así se comprometió al aceptar la donación del Sr. Villate.

3. Toda obra requiere la presentación de un proyecto, y su correspondiente habilitación y permiso. Llama la atención que, al menos hasta ahora, sólo conocemos los detalles del “megaemprendimiento” por la información difundida en medios por el propio desarrollador, Arq. Nístor Curland, de la empresa Zentrum. Ni las autoridades del Círculo Militar, Gral. de División (R) Carlos Antonio Esteves, ni las de la Municipalidad de Vicente López han dado información sobre el tema.

4. Al respecto, el pasado 7 de agosto se presentó un pertinente pedido de informes en el Concejo Deliberante que al momento de escribir estas líneas, no ha tenido respuesta.

Como nuestra ciudad tiene una historia sumamente negativa en materia de orden urbanístico, o dicho en buen romance, en la aprobación de excepciones por todos lados, cabe estar alertas ante un nuevo avance ilegítimo sobre la franja costera de Vicente López, uno de los activos más importante de nuestra ciudad.

Javier E. Varani

Fuente: infoban.com.ar