Foto: Facundo Ovejero Ferré

Por la quema indiscriminada de pastizales en el Delta del Paraná a la altura de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos y que aunque en menor medida también se replica en sectores isleños de la región norte de Buenos Aires, se puso en debate nuevamente la aplicación de una ley que regule y evite la destrucción de los humedales.

El titular de la Comisión de Recursos Naturales y Preservación del Ambiente Humano de la Cámara de Diputados de la nación Leonardo Grosso es autor de uno de los varios proyectos que nuevamente están en discusión en el Congreso, para la sanción de una ley, que ya varias veces tuvo aprobación de una de las cámaras pero se cayó en la otra.

“Hay un consenso enorme en el Congreso para llevar adelante la ley”  expresó Grosso en diálogo con InfoBAN Radio por los varios proyectos que hay en debate con un mismo fin.

En ese sentido marcó que “hay 2 puntos que son distintivos del proyecto que presenté que son las multas, elevadas, de hasta 850 millones de pesos, y un capítulo penal, que prevé hasta 10 años por destruir, degradar, o atentar contra un ecosistema intencionalmente”.

Y explicó: “La ley de Bosques incluye multas, pero son tan bajas que entran en los costos de producción de los mismos sectores empresarios que hacen los desmontes”.

“Necesitamos que el Estado regule. Nadie pide que se detengan las actividades económicas que se desarrollan sobre humedales. Planteamos que se vayan adaptando para no degradar los ecosistemas” adujo sobre los lobbies empresarios.

Y añadió: “Los sectores poderosos no quieren que el Estado controle e instalan el falso discurso de que se pretende prohibir la producción y el desarrollo. Nada más alejado”.

“La persona o grupo que tiene la propiedad de la tierra encima de los humedales no puede definir el destino de los servicios ecosistémicos que brindan al ambiente y la sociedad” señaló.

Sobre los humedales, Grosso manifestó que “conservan casi el 60 por ciento de la biodiversidad de aves de la Argentina, son grandes mitigadores del cambio climático, evitan inundaciones y son reserva de agua dulce”.

“El 70 por ciento de los humedales del mundo ha sido degradado o destruido en los últimos años y por eso su preservación se discute cada vez con mayor fuerza” razonó.

“Queremos evitar lo que pasa en Santa Fe, donde empresarios ganaderos prenden fuego todo para que después brote un pasto tierno para sus vacas. Esta práctica podría ser limitada a zonas de pastoreo que eviten la destrucción del humedal. Hubo más de 1000 focos y miles de hectáreas quemadas” concluyó.