La tranquilidad que impone la cuarentena se quebró ayer al mediodía cuando la mamá de un pequeño de sólo 2 años lo encontró sumergido en la pileta del barrio cerrado Los Castores, uno de los más antiguos de Nordelta, en el partido de Tigre.

El desesperado pedido de ayuda alertó a Lucas, de 18 años, quien no dudó en saltar el cerco para acudir a brindar auxilio y rápidamente logró sacar al niño del agua.

Del otro lado del lago interno, Guido, también escuchó el pedido de auxilio y no dudó en cruzar el espejo de agua a nado para sumarse al rescate, mientras otra vecina, Sabrina también se acercó a colaborar mientras otros vecinos se comunicaban con la guardia.

Sabrina rápidamente aplicó la técnica de emergencias RCP, que consiste en presionar fuerte y rápido sobre el pecho de las personas con la finalidad de poder salvarle la vida. Con la ayuda de Guido y Lucas logró restablecer los signos vitales del niño. Minutos más tarde, Marcelo, el guardia que acudió al llamado de emergencia junto a su supervisor, completó la maniobra hasta lograr la reanimación completa.

Tras las primeras atenciones de los médicos que acudieron al llamado de emergencia, rápidamente el pequeño fue trasladado al Hospital Garrahan.