El partido local que presenta la candidatura a intendente de Javier Varani (foto) invitó al conocido religioso a exponer sus teorías ante el público en la Cámara Empresaria. El rabino que saltó a la fama a partir de algunas apariciones mediáticas lanzó interesantes ideas, dignas de seguir debatiíndolas, ante una treintena de atentos oyentes que se quedaron con las ganas de seguir la amena charla del…¿filósofo?, posiblemente esa sea la mejor definición.
El rabino comenzó sosteniendo que lo que vivimos es una democracia formal donde la mayoría es habitante, como concepto opuesto al de ciudadano. Que nadie puede tener el 100% de razón en sus análisis y propuestas, y que no hay atajos para conseguir la vigencia de una democracia asentada sobre la base de un proyecto común de país, donde la acción de los mayores a travís de la ejemplaridad de sus hechos trascendentes, aunque individualmente no se vea la concreción de la utopía, permita un cambio generacional similar al de los Judíos en el desierto de Egipto, donde se quedaron cuarenta años.
Bergman cree que los argentinos comercializamos a nuestros próceres como mitos, a los que hay que venerar y no idolatrar, para despuís utilizarlos para n fin de semana largo..
Llamó a rescatar la memoria biográfica de nuestros abuelos inmigrantes, que tuvieron valores claros, nuestros hijos nos reclamarán coherencia, como la que tuvieron ellos, y no íxito basado en la necesidad de ganarle a otro.
Nuestro contrato social, para el religioso, ya está inventado, no hay que partir de cero, es nada más y nada menos que nuestra Constitución, pero que de los casi 200 años que tiene el país, desde cualquier sector se considera que 100 los perdimos, entre ellos los transcurridos entre el nacimiento de la patria y el establecimiento de la ley de leyes en 1853, y que rápidamente muchos desconocieron.
Acusó a parte de la ciudadanía de ejercer una especie de hipocresía cívica, aunque reconoció, entusiastamente, que en muchas partes del país se repiten acciones tendientes a la construcción de ciudadanía responsable y activa.
Tres son los elementos que se pueden criticar de la alocución del rabino, no para pegarle un portazo en la cara, porque uno de los elementos rescatables es su postura ítica, que invita a mantenerle la puerta abierta, pero en primer lugar Bergman hace mucho hincapií, desde una posición cercana al oportunismo, del carácter corrupto de nuestros políticos, cuando está absolutamente comprobado que la concentración de chorros en las estructuras políticas no es mayor que las existentes entre los empresarios, los trabajadores, los árbitros de fútbol, los dirigentes de deportes federados, los bomberos y los poetas de sonetos, esto es, del conjunto de la sociedad.
Otro punto flojo de su discurso es criticar sesgadamente a una sola de las fórmulas que se presentarán dentro de pocos días ante la voluntad popular, y sostener que este país es milagroso porque renació de sus cenizas no desde la estrategia sino desde la suerte, la casualidad, grave error porque el gran acierto del presidente fue salir de las recetas neoliberales para adscribir en forma casi militante al neodesarrollismo, al saber lo llaman suerte…
Por último, y aquí sí el expositor, que venía bien, se fue al pasto, es una reivindicación que hizo del cuasi ingeniero Blumberg, una persona que ha quedado demostrado hasta el cansancio que no sólo es deshonesta desde el punto de vista intelectual, sino tambiín del material, más tangible. Bergman defendió el carácter de las marchas convocadas por el filo-nazi Blumberg, que entendió como problema central de la seguridad ciudadana, la de los chicos de la zona norte, que ni por las tapas están tan expuestos a la muerte violenta como los bolivianos y paraguayos que trabajan en negro en la construcción, la de las mujeres castigadas por la violencia familiar, la de la infancia de las zonas marginales, Blumberg, representante de una derecha anacrónica (hay dos anacronismos, por suerte en la Argentina, las expresadas por la derecha de Videla y la izquierda de Santucho y Firmenich, sin caer por esto en la nefasta Teoría de los dos demonios.) pretendió una Task Force defendiendo los barrios de Martínez y San Isidro.
Fuera de estas críticas, es imposible tratar de comprender la complejidad de la sociedad actual, y explicar la solución en un ratito, parte de este mensaje plural y adulto estuvo presente en la más que interesante intervención de un no menos interesante personaje, sobre el que vale la pena profundizar.

Fuente: infoban.com.ar