El hijo menor del matrimonio asesinado en su casa Vicente López fue detenido en las últimas horas por presunta participación en el crimen de Enrique Del Río, de 74 años, y Mercedes Alonso, de 72.

Fuentes policiales revelaron que Martín Santiago del Río fue apresado en la entrada del Camino a Nordelta, en el partido bonaerense de Tigre por efectivos de la DDI San Isidro y de la SubDDI Vicente López de la Policía Bonaerense.

El hombre, de unos 45 años, fue apresado por pedido de los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería, horas después que el juez de Garantías de San Isidro, Ricardo Costa, decidiera liberar a la empleada doméstica del matrimonio asesinado, María Ninfa Aquino.

La determinación del magistrado respecto a Aquino se debió a que los investigadores encontraron una prueba clave que avalaría una hipótesis diferente con respecto al supuesto responsable del doble homicidio.

InfoBANFuentes judiciales señalaron que esa nueva prueba estaría conformada por una serie de grabaciones de cámaras de seguridad que habrían detectado al apresado en las inmediaciones de la escena del doble crimen en el momento que el matrimonio fue asesinado.

De esta manera, Martín Del Río será imputado como presunto autor material del "doble homicidio, agravado por la alevosía".

El abogado de la empleada doméstica, Hugo López Carribero, presentó un pedido de excarcelación y en referencia a ello el juez Costra indicó: "Producto del actual de los representantes del Ministerio Público Fiscal asignados al caso se han ido incorporando numerosos elementos que conforman un plexo probatorio que claramente permite advertir una hipótesis investigativa distinta de aquella que imperaba al momento de dictar la medida de coerción personal que pesa sobre María Ninfa Aquino Chamorro".

Del Río era abogado y había sido dueño de una agencia de seguridad privada, además de haberse retirado de la policía Federal como principal en 1982.

Asimismo, junto con su esposa eran propietarios de varias cocheras.

Sus hijos son Martín y Diego, pero el primero de ellos -el detenido- manejaba operativamente los negocios de su padre y fue el que identificó la billetera secuestrada en la casa de Aquino como el lugar donde su madre podría haber guardado la llave de la caja fuerte de la casa, de la que, según las primeras estimaciones, fueron robados 10.000 dólares, 1.500.000 pesos, 50 lingotes de oro de diez gramos cada uno y varios diamantes.

Además, tenía un poder firmado por su padre para llevar adelante los emprendimientos inmobiliarios de la familia.

Sin embargo, cuando José Enrique Del Río se recuperó de la operación que se le había realizado por un tumor en el cabeza, habría empezado a pedir explicaciones a su hijo Martín por algunas situaciones económicas, según detallaron las fuentes consultadas.

Para los investigadores, la disputa por los negocios familiares habrían sido el móvil de doble homicidio.

En su declaración testimonial, el ahora apresado había explicado a los fiscales algunos de los emprendimientos que la familia llevó adelante en los últimos meses.

En ese sentido, compró un amplio galpón con la idea de convertirlo en un garaje, en un acuerdo con un ex futbolista de Vélez, que derivó en un alquiler entregado a un colegio, un pago diferido al ex jugador y una presentación judicial de este.

También contó el caso de la compra de una Ferrari, que siguió con un litigio con el vendedor que terminó con la recuperación del vehículo por parte de Del Río pocos días antes del doble crimen, según relató el ahora detenido.

En esa declaración testimonial también reveló que llaves de la vivienda tenían el matrimonio asesinado, Aquino, su hermano y él.

El detalle fundamental fue asegurar que el día del doble crimen mantuvo una conversación telefónica con su padre durante alrededor de media hora entre las 16:00 y las 16:30 mientras caminaba por Avenida del Libertador, a la altura del Hipódromo, cuando en realidad a esa hora las cámaras lo tomaron muy cerca de la casa de los padres en Vicente López.