La decisión del presidente Javier Milei de bajar a José Luis Espert de la cabeza de lista de candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires de La Libertad Avanza y, si así lo ratifica la Justicia electoral, reemplazarlo por Diego Santilli fue precipitada por el escándalo de la transferencia de Fred Machado, pero a la vez, es una jugada estratégica que ya rondaba las cabezas de varios actores del espacio.

A la crisis política que ya atravesaba el oficialismo libertario en el distrito más grande del país, después de la derrota del 7 de septiembre en la legislativa provincial, producto de la mala situación económica y otros casos de presunta corrupción -como en Discapacidad o más atrás con $Libra-, se le agregó la revelación periodística del pago de 200 mil dólares realizado por el detenido con pedido de extradición de Estados Unidos -que hoy fue otorgada tras 4 años y medios, por la Corte Suprema de la Nación, siempre oportuna a la hora de fallar- al candidato principal del espacio.

El vínculo con Machado no solo afectó la magra figura de Espert, sin carisma ni territorio, sino que expuso las dificultades del oficialismo para sostener su golpeado discurso de transparencia.

Si la salida de Espert buscó cerrar el capítulo y despersonalizar una crisis que amenazaba con proyectarse sobre toda la marca libertaria, el hecho de que las encuestas que manejan puertas adentro lo mostraban incluso por debajo de lo ocurrido en septiembre, con hasta 20 puntos debajo de la lista de Fuerza Patria, lo que podría repercutir en una derrota nacional, desatando un panorama muy oscuro para el gobierno, no dejó lugar para continuar el vano intento de soporte.

La elección de Santilli como reemplazante, entonces, además de cumplimentar la ley electoral, representa un cambio de timón. El "Colo" es lo opuesto al perfil de Espert: moderado, experiencia legislativa, llegada al votante del PRO no tan corrido a la ultraderecha.

La pregunta que quedará por responder es si el nuevo candidato logrará achicar la brecha y devolver cierta estabilidad a la campaña libertaria con muy poco tiempo por delante y la cara de Espert -por ahora- en la boleta. Si lo hace, algunos ya lo celebrarán como un éxito.