Ph: Gentileza

Si bien en su distrito los resultados para el Frente de Todos fueron de los mejores, Ariel activó todos los mecanismos para amplificar su enojo y dio señales para que se pensara que podía ser el primer intendente en dar el portazo.

Horas más tarde cuando su vecino Leo ya era parte del gabinete provincial, el escobarense bajó el tono a esa versión que él mismo alimentó, y se mantuvo con los pies en el plato, mientras repartía críticas al oficialismo provincial y nacional afirmando desde Clarín que los cambios los impusieron los intendentes. Hay quienes sostienen que sus aspiraciones eran ministeriales pero se tuvo que conformar con el rescate de su vecino a uno de sus funcionarios en tercera línea.