Patrullero Policía bonaerense
(Imagen de archivo)

Un hombre y su esposa fueron secuestrados cuando se hallaban en la puerta de una casa en el partido de Ituzaingó por delincuentes que se los llevaron cautivos en un auto y exigieron una suma de dinero en dólares como rescate, pero finalmente fueron liberados sanos y salvos en la zona de la localidad bonaerense de Pacheco.

Fuentes policiales y judiciales confirmaron a Télam que el hecho se registró cerca de las 22 de anoche en el cruce de las calles La Doma y Montero Lacassa, de Ituzaingó, en el oeste del conurbano bonaerense, donde un hombre y una mujer acababan de estacionar un Toyota Corolla color gris y se aprestaban a ingresar a un domicilio.

Sin embargo, en ese momento, fueron sorprendidos por varios delincuentes que circulaban a bordo de un Ford Fiesta Kinetic azul que los amenazaron y se los llevaron cautivos.

Un vecino que logró observar los hechos alertó de inmediato al teléfono de emergencias 911 y un patrullero se dirigió al lugar.

Ese vecino aportó a los policías una copia de las cámaras de seguridad de su casa en la que se observa el momento del secuestro, por lo que se dio intervención a una fiscalía.

"El Corolla quedó estacionado en el lugar con una de las puertas abiertas. Se montó un fuerte operativo cerrojo de inmediato en búsqueda de las víctimas", dijo a Télam un investigador.

En forma paralela, los delincuentes que tenían secuestradas a sus víctimas obligaron a una de ellas a llamar a un familiar, a quien le exigieron un rescate de 50 mil dólares para que sean liberados sanos y salvos, dijeron las fuentes.

Tras una breve negociación y al ver que la familia no contaba con ese dinero disponible, los delincuentes decidieron liberar a sus víctimas en la zona de Pacheco, sin cobrar ningún tipo de rescate.

Antes de ser liberados, las víctimas sufrieron el robo de sus teléfonos celulares, de objetos de valor y del dinero, estimado en unos 12 mil pesos.

El hecho, que fue caratulado como un "secuestro extorsivo", es investigado por la fiscalía federal de Hurlingham y el Juzgado Federal número 1 de Morón, que ordenaron una serie de medidas, entre ellas el análisis de cámaras de seguridad para intentar individualizar el automóvil que utilizaron los delincuentes como así también a los autores.