La carta de igual título del vecino JLB de algún partido del Conurbano, me trajo pensamientos encontrados que a veces tenemos los mismos vecinos de Vicente López.
Particularmente provengo de la ciudad de Córdoba y hace más de 8 años que vivo en Vicente López, lleguí con mi familia por casualidad y sentimos una fuerte raigambre y cariño por el vecindario, la actividad social y política, y el equilibrio entre la cercanía con la Capital Federal, los accesos a la misma, los aviones que llegan al Aeroparque, los trenes, y la tranquilidad y cobertura de los servicios públicos.
Pero quiero decirle a JLB y a todos los vecinos locales y de otros distritos, que lo que aun puede exhibir Vicente López no es mírito del intendente y su entorno sino de la presión que ejerce la comunidad para que no se cometan atropellos al derecho ciudadano y el bienestar general.
Por ejemplo, el servicio de alumbrado, barrido y limpieza es el más caro del país, el alumbrado público lo pagamos dos veces, en el impuesto municipal y en la factura de Edenor, el gobierno y los especuladores inmobiliarios no pudieron (aun) apropiarse de los espacios públicos costeros y del ex Batallón 601 (Villa Martelli) porque hay en la justicia causas penales en proceso debido a actos de corrupción que involucra a políticos, empresarios y militares, aun siguen tapados los casos de contaminación de la tierra con talio por parte de Atanor y del agua con cromo por parte de Diacrom, el intendente aun tiene pendiente una causa penal por peculado gracias a la heroica intervención de varios concejales de la oposición, ni hablar del no respeto por la planificación urbana otorgando indiscriminadamente excepciones al código de edificación para empresas constructoras o industriales o grandes superficies comerciales.
Como dije, provengo de Córdoba, donde tambiín en una ípoca hubo un gobernador, radical íl, llamado Eduardo Císar Angeloz, que mostró una “prolija” administración, que fue reelecto en dos oportunidades, que estuvo doce años en el poder, y por una circunstancia fortuita como fue el Efecto Tequila, se destapó la olla más podrida de la provincia, íl con sus “manos derechas”, el presidente del Banco de la Provincia de Córdoba, el presidente del Banco Social de Córdoba y el Ministro de Hacienda de la provincia, jugaban a la bolsa con las retenciones al IVA y otros impuestos, con los fondos sociales provenientes del juego y con críditos impagables a amigos, la provincia quebró junto con la caída de la bolsa mexicana, los cordobeses debimos pagar la estafa y el ex gobernador acusado de enriquecimiento ilícito aun hoy tiene fueros de senador nacional.
No, no es bueno ni que un individuo o un grupo de individuos se mantenga mucho tiempo en el poder, tampoco es bueno que ese individuo forme o promueva herederos o delfines que continúen con su modelo de gestión, porque irremediablemente implica su continuidad tras bambalinas, cambian las caras visibles pero no las mañas o los negociados.
Lo lamentable es que mientras los vecinos estamos indecisos sobre quí candidato elegir para un mejor gobierno, los especuladores políticos y económicos ya tienen jugadas sus fichas con el fin de que fuere cual fuere el color que acceda a las bancas, una parte importante de ellos respondan a sus intereses de modo de poder continuar con su accionar predatorio como lo han venido haciendo, sólo frenado por los “cuatro gatos locos” como ha elegido denominar el poder al sector activo de la sociedad que se resiste a negociados y atropellos cotidianos ya sea con manifestaciones o acciones legales.

Rolando Moyano

Florida – Vicente López

Fuente: infoban.com.ar