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La comunidad mundial necesitará años, si no décadas, para evaluar todo el alcance que ha producido la pandemia de covid-19 y sus implicaciones para la sociedad, incluidas sus repercusiones en las desigualdades, la salud y el bienestar de las personas.

Los cierres nacionales sin precedentes, las restricciones a los viajes y el cierre de las fronteras nacionales en el primer semestre de 2020 y desde entonces, han provocado mejoras a corto plazo en el medio ambiente en el mundo. Por ejemplo, las reducciones en el tráfico, el transporte marítimo y la aviación condujeron a mejoras repentinas en la calidad del aire y los niveles de ruido.

Como sociedad, debemos aprender de estas experiencias y utilizarlas para crecer y mejorar. Veamos cómo hemos cambiado durante la pandemia.

Las actividades cotidianas se trasladan a la red

Los nuevos comportamientos sociales y modos de vida adquiridos durante la Covid-19 pueden quedarse. Hace dos años, el grupo de expertos acordó que la pandemia serviría de desencadenante de una transición más permanente hacia una mayor parte de la vida en línea. Esto incluye el trabajo a distancia y la educación en línea, también para las organizaciones y los individuos que no habrían hecho el cambio de otra manera.

El porcentaje de compras en línea sobre el total del comercio minorista es ahora significativamente mayor que antes de la pandemia. La industria del juego también se está haciendo más popular porque el entretenimiento en línea en sitios web como mr.bet/ar/ es mucho más accesible. El trabajo híbrido y a distancia parece haberse afianzado en un grado importante: un estudio reciente prevé que el 20 % de las horas de trabajo se pasen en casa a largo plazo, principalmente debido a que las experiencias de trabajo desde casa son mejores de lo esperado y a un aumento de las tecnologías que apoyan el trabajo a distancia.

Instituciones educativas de todo el mundo han adoptado la educación en línea en lugar de la enseñanza tradicional en el aula, pero no sin desafíos, como la enseñanza inicial de menor calidad, la falta de interacción social y las dificultades técnicas. Estos problemas pueden mitigarse a medida que los educadores adoptan las nuevas tecnologías y mejoran los formatos en línea.

Nuevo equilibrio de poder en el lugar de trabajo

Más allá de la tendencia a trabajar desde casa, muchos expertos en el ámbito laboral afirman que la pandemia ha alterado el equilibrio de poder entre empleados y empleadores en muchas empresas.

Desde marzo de 2020, millones de personas han dejado sus trabajos por empleos que creen que ofrecen un mejor equilibrio entre su vida personal y profesional. Los cierres por covid-19 y el aumento del trabajo a distancia han provocado cambios importantes en la forma en que muchos de nosotros vemos nuestras vidas y nuestras carreras.

En el ámbito de la salud

Además de todas las formas en que la pandemia ha alterado la forma en que vivimos, trabajamos, jugamos y rendimos culto, la crisis de covid-19 también ha provocado profundos cambios en la atención sanitaria, algunos positivos y otros perjudiciales, según los expertos. La crisis mundial ha centrado la atención del público en la importancia de su salud, un cambio de perspectiva que perdurará después de que la pandemia disminuya, según consideran algunos médicos.

Durante el punto álgido de la pandemia, cuando muchas clínicas médicas de todo el país cerraron y los hospitales, desbordados por los pacientes del covid-19, cancelaron muchos procedimientos electivos, muchas personas se familiarizaron con las visitas médicas virtuales. Muchos expertos creen que esas experiencias han impulsado la expansión de los servicios de telesalud.

El actual conflicto entre los que defienden el uso de mascarillas para protegerse del COVID y los que se burlan de las recomendaciones de muchos expertos en salud pública es el ejemplo más claro de la politización de la atención sanitaria.

Algunos expertos temen que la politización del covid-19, de los mensajes de salud pública y de las vacunas haya afectado negativamente a la forma en que millones de personas ven a los científicos, los médicos y los funcionarios sanitarios. También ha amplificado las divisiones sociales y ha hecho más difícil para muchas personas separar los hechos de la ficción y distinguir los grandes riesgos de los pequeños.