Los reclusos de nueve penales, uno de ellos el de San Martin, confeccionan con la debida profilaxis más de 2 mil tapabocas en forma diaria que se distribuyen en los restantes de la provincia.

Con la intención de prevenir el Coronavirus ya se produjeron alrededor de 19.000 barbijos y casi 500 kits sanitarios bajo medidas de profilaxis y bioseguridad acordes en nueve establecimientos penales del Servicio Penitenciario Bonaerense que se distribuyeron en todos los penales de la Provincia.

Son 70 privados de libertad de nueve cárceles bonaerenses los que confeccionan más de 2.200 barbijos en forma diaria en los talleres textiles y esa producción es distribuida en los penales de la Provincia entre personal del Servicio Penitenciario, los profesionales de la salud y las personas privadas de la libertad.

Estos emprendimientos sanitarios se desarrollan en las Unidades 1 Olmos, 8 Los Hornos y 9 La Plata, 7 y 52 Azul, 19 Saavedra, 38 Sierra Chica, 46 San Martín y 51 Magdalena, donde los privados de libertad fueron capacitados por personal de la Subdirección General de Trabajo del Servicio Penitenciario, en todo lo referido a bioseguridad y medidas necesarias de profilaxis.

Cabe destacar que en la Unidad 8 Los Hornos, cinco internas confeccionan kits sanitarios conformados por cofia, cubre zapatos, camisolín y barbijo, y ya entregaron 427 juegos a la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria para uso de los mídicos y enfermeros que cumplen funciones en penales de la Provincia.

La producción se inició días pasados luego de que se acondicionaran los talleres textiles y se capacitara a los privados de libertad sobre las medidas sanitarias adecuadas.

La elaboración se desarrolla de lunes a sábado en dos tandas horarias: de 8 a 12 y de 13 a 18. Desde la Jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) se realizó la compra de tela friselina blanca que ya fue distribuida en los ocho penales.

En el curso de capacitación se instruyó sobre la necesidad imperiosa de seguir la hoja de seguridad provista por el fabricante de los desinfectantes, que incluye el almacenamiento en recipientes plásticos opacos ubicados al resguardo de condiciones climáticas adversas y la ventilación del lugar de producción para garantizar la erradicación de agentes tóxicos.

Los trabajadores textiles deben presentar buen estado de salud, desinfectarse las manos y limpiar las superficies donde se apoyará la tela: mesas y máquinas de coser. Además, toda producción intermedia o final se coloca en recipientes hermíticos para evitar su contaminación.

Para comenzar con las tareas de confección, cada uno de los 70 internos trabajadores debe vestirse con un camisolín con puños elásticos, cubre zapatos, guantes de látex, pantalones largos, cofia y barbijos, para garantizar las medidas de salubridad esperadas.

Fuente: infoban.com.ar