Ph: Gentileza

En un encuentro entre los Macri, el primo Jorge recibió la chicana del ex presidente respecto a su nueva pertenencia Larretista, mientras se ajustan los detalles de su inminente asunción en el gabinete porteño tras pedir licencia de la intendencia de Vicente López.

La estrategia a dos puntas tiene tantas lecturas como internas tiene la coalición opositora, y se sabe que Jorge tiene un viejo anhelo de ir por la gobernación, camino en el cual deberá competir con “El Colo” o cualquier radical que se ponga enfrente. Otra lectura –que se apura a desmentir su entorno- es que su arribo a la Ciudad es el preludio de una candidatura a Jefe de Gobierno, donde también hay figuras como Vidal o Lousteau.

Consciente de que su ciclo como intendente está cumplido, poco importa que al dejar el cargo podría de última volver a pujar por el sillón municipal en 2023, pero con Jorge ninguna opción se debe descartar. Lo cierto es que hace mucho viene apuntalando a su dirigente más cercana, Soledad Martínez, que tiene por delante dos años para posicionarse con sello propio y demostrar las virtudes que cultivó en silencio para convertirse en el futuro en la primera intendenta electa del distrito.

Con esta jugada Larreta -que ahora también habla de “volumen político” en un gabinete que estaba plagado de técnicos- logra fidelizar a los macristas al sumar a un dirigente de clara llegada con el ala más dura de Juntos por el Cambio y reforzar su expansión más allá de la General Paz. De todas las opciones, la que menos se nombra es que sea el anticipo de una fórmula a La Rosada.