Con un festejo atípico, amantes de los fierros se convocaron en la plaza España de Campana para realizar una caravana por las principales calles de la ciudad. De esta manera, se conmemoró el 113° aniversario de la creación de Manuel Iglesias, el Primer Automóvil Argentino.

Este domingo, la Fiesta del Primer Automóvil Argentino, tuvo una celebración distinta. Con una caravana de automóviles y motos, se conmemoró el 113° aniversario de la creación de Don Manuel Iglesias.

Con la organización de la Secretaría de Desarrollo Social, Educación y Cultura junto al Club del Primer Automóvil Argentino, los amantes de los “fierros” se autoconvocaron en la plaza España con sus vehículos antiguos y clásicos.

Allí estuvo presente el intendente Sebastián Abella. Además, acompañaron la subsecretaria de Cultura y Educación, Nancy Bianchi, y el director de Cultura, Hernán Casanova.

La caravana -que partió a las 10 de la mañana- tuvo al jefe comunal como conductor de uno de los vehículos.

Con el Primer Automóvil Argentino encabezando la caravana, autos y motos recorrieron el boulevard Dellepiane, plaza Eduardo Costa, avenida Rocca, San Martín, avenida Mitre, rotonda de Tenaris, avenida Mitre, plaza Eduardo Costa, 9 de Julio, boulevard Sarmiento, avenida Perón y avenida Varela hasta el Palacio Municipal.

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Manuel Iglesias comenzó a gestar el que sería el primer auto de fabricación argentina en 1903, con un diseño básico de un banco de madera para dos pasajeros, los tanques de nafta y agua en la trompa, sobre un chasis rectangular de largueros. Su motor monocilíndrico ubicado en la parte delantera requería de una manivela para su arranque.

Alcanzaba los 12 kilómetros por hora, y a excepción de la bujía y el magneto, todo fue una realización artesanal de Iglesias, un trabajador del Ferrocarril, en el taller de su casa. Años más tarde el propio inventor del primer auto argentino desarmó su obra y utilizó el motor para propulsar una bomba de agua, y también para cortar leña.

Juan Carlos, uno de sus hijos, lo volvió a rearmar tal cual había sido concebido en 1950. Esta joya artesanal, quizá el primer automóvil construido en toda Sudamérica, da nombre y tiene su propio museo en la ciudad que lo vio nacer.

De esta manera, se rememoró una fecha histórica para todos los campanenses. El Municipio ofreció así una alternativa a la típica celebración de la ciudad que en esta oportunidad, a raíz de la pandemia, no pudo convocar a los miles de vecinos que año tras año participan.