El trío de Mollo y Arnedo se quedó con el oro por su álbum “Amapola del 66”. De Retiro a Pilar busca el chancho al chabón, pero esta vez el power trío no viajaban de colados en el San Martín, ganaron el Gardel de oro, otra que el sueño del pibe, por su disco, como banda y por producción.

En realidad el único que es paisano de Hurlingham es Diego “Cóndor” Arnedo, porque Mollo nació en Pergamino y despuís se mudó a la estación siguiente, El Palomar, y el batero Catriel Ciaravella vaya a saberse dónde.

Lo cierto es que esta poderosa banda, heredera de la mítica Hurlingham Reggae Band formada por un genio inolvidable nacido en Roma, criado en Escocia y que explotó su talento en nuestro país, conserva un dinamismo extraordinario y ya es, obviamente, un clásico, que comparte el logro con maestros del rock argento como Spinetta, Charly, Ceratti, León o Calamaro, y este año compitiendo con Vicentico y Pedro Aznar.

La mística de Sumo sigue viva.

Los premios Gardel los entrega la Cámara que agrupa a empresarios vinculados al mundo del disco y la música.

Fuente: infoban.com.ar