El Matador de Victoria cosechó sus primeros tres puntos como local en un partido muy difícil, donde contó con muy buenos desempeños individuales, pero fundamentalmente actuó como un equipo sólido, y de no haber sido por el mejor jugador de la cancha, ese arquerazo llamado Lucchetti, podría haber logrado una diferencia mayor.
La tradicional defensa con tres, que se conocen de memoria, muy firme, se comió al buen delantero que es Cvitanich, que venía embocándola, un medio campo que luchó y la entregó redonda, con un sacrificado trabajo del zurdito Rusculleda, que está vez no jugó de enlace sino de carrilero por izquierda, y un día iluminado del Paraguayo Acosta y el grandote Lázaro, que definió a lo Crespo cruzándola al segundo palo a los 15 del primer tiempo.
Las tribunas como siempre, y el aliento conmovedor de toda la zona norte. Tigre tiene como ventaja asentarse sobre una estructura de equipo ya experimentada y que viene cumpliendo con el logro de objetivos, y aunque sus hinchas, y muchos de otros equipos, se froten los ojos porque descreen de lo que ven, Tigre alcanzó a Boca, y le lleva un campo a River, y la hinchada está gorda de satisfacción, y cada vez se siente más cómoda en primera.

Fuente: infoban.com.ar